Advertencia: Este texto contiene imágenes que pueden herir la sensibilidad.
La lista de las cosas
que las mujeres, o personas que adopten el rol de "mujer"- podemos hacer para satisfacer lo que en cada momento histórico o
en diferentes épocas se ha considerado que esperaban de nosotras los hombres es
larga y podría parecer propia de una película de terror surrealista. Pero es
real.
En este sentido, es fundamental que nos
demos cuenta de que cuando una persona está inserta en una sociedad en la que una práctica está normalizada, (por “autoridades” religiosas, políticas, familiares, culturales…) es difícil introducir elementos de crítica hacia dicha práctica, máxime si la misma está asociada a estructuras de poder y de mantenimiento del poder.
Las prácticas que voy a enumerar aquí tienen en común el hecho de que siempre se introducen bajo la perspectiva de que son las propias mujeres quienes demandan y sostienen la práctica, y verdaderamente se consigue que las mujeres la vayan interiorizando, no como algo negativo sino como un elemento de su identidad personal y cultural, incluso religioso o de casta.
Todas tienen en común que representan un tipo de restricción, ocultación, negación o deformación del propio cuerpo que implica problemas para la salud, para la asunción de la propia sexualidad como sujeto-actor, en lugar de objeto-receptor pasivo, problemas para integrarse en actividades deportivas, o para la movilidad sin restricciones.
Algunas de las prácticas más atroces ya no existen, sin embargo, llama la atención encontrar en páginas de internet donde se sostienen actitudes ambiguas o incluso de cierta comprensión hacia ellas que deberían producirnos escándalo. Sobre todo si tenemos en cuenta el enorme esfuerzo que supuso eliminarlas.
1. IMPEDIR QUE LOS PIES CREZCAN.
También presentado con el poético nombre "de pies de loto". Se trata de una práctica que se llevó a cabo durante muchísimo tiempo en China. Se realizaba sólo con niñas de alto estatus ya que la mayoría de las mujeres chinas, eran campesinas y, como tales, tenían que trabajar en el campo además de realizar el resto de las tareas y de reproducirse.
Fíjense en que el titular con el que se presenta el tema en el siguiente ENLACE, se dice. "para prevenir el crecimiento del pie", como si se tratara de una enfermedad o problema, que es lo único que se puede prevenir, algo malo. De esta forma vemos como en el lenguaje empleado subyace cierta comprensión absurda hacia la barbaridad que suponía esta práctica, comprensión que radica en la idea inconsciente de que el cuerpo de las mujeres no debe respetarse en su integridad: crecimiento, desnudez, fuerza, movilidad, etcétera. En este otro ENLACE la aberrante y terrorífica práctica se denomina "tradición milenaria" Se pueden leer frases como las siguientes: "el dolor diurno quedó justificado por el placer nocturno" (en otras palabras el constante dolor de la mujer es compensado por el ¿placer? del hombre al acostarse con ella), "en este entorno natural destaca la ropa de la mujer y los zapatos, que no se quitará nunca en presencia del hombre" "El vendaje era una forma de realzar la belleza y así despertar la imaginación erótica de lo oculto y lo prohibido"
2. ENGORDAR
La práctica de ENGORDE se asocia en algunas zonas de África con el atractivo sexual, igualmente dificulta la salud de las mujeres y mina su autoestima y el aprecio de su cuerpo tal como es.
3. PENETRACIÓN CON RESISTENCIA.
La introducción del pene en la vagina es una práctica sexual que se asocia con cierta frecuencia con ideas de fuerza y dominación. (La propia palabra "penetración" conlleva esta visión si tenemos en cuenta que en muchas posturas es más bien un "envolvimiento") La práctica del coito, cópula o unión íntima de los órganos sexuales masculino y femenino, en estos contextos de poder-sumisión puede conllevar graves problemas, por ejemplo, la resistencia a usar preservativo es la causa fundamental de la trasmisión del sida y su gran difusión entre las mujeres africanas, las propias mujeres dicen a veces que "no se siente", aunque es sabido que la piel de la vagina no tiene terminaciones nerviosas, que el orgasmo en el coito se produce por presión en la zona interna del clitoris (por lo que el preservativo no puede incidir en él) y que su uso permite evitar el embarazo, facilitar la higiene y mejorar la lubricación que es ventajosa siempre para la mujer.
En la imagen dibujo del clítoris completo junto con la vagina.

No obstante, la negativa a usar preservativo no es la práctica más chocante, la resistencia queda establecida culturalmente como un "plus" o atractivo sexual al considerar atractivo el himen o "virginidad", fomentar pornografía que incita o promueve fantasías de violación, e incluso fomentar modas traídas de culturas con arraigadas costumbres nocivas como el SEXO SECO práctica consistente en mantener la sequedad vaginal para generar artificialmente el efecto que se produciría en una violación, es decir la resistencia, la falta de lubricación que se genera al relajarse y expandirse la vagina como resultado del riego sanguíneo por efecto de la excitación sexual.
4. ADELGAZAR
La industria textil promueve algo que ha sido denunciado múltiples veces, una delgadez insana en las mujeres que es una de las causas principales de la anorexia y la bulimia. La imagen de las mujeres como seres frágiles, belleza etéreas, sin fuerza y decorativas tiene un efecto nefasto sobre la salud.
Sin ir tan lejos, la imagen de la gordura se emplea frecuentemente para minar la seguridad de la mujer, valga el ejemplo del uso de este calificativo como insulto por un contertulio, que muestra el grado de presión social que se ejerce sobre las mujeres con este tema, muy superior al que se podría esperar si se limitara a la cuestión de la salud y el control de la obesidad.
No voy a extenderme aquí con el tema de las enormes prótesis mamarias que abundan en las páginas pornográficas y que determinan un altísimo precio a pagar por las mujeres que las llevan, entre otras formas de humillación a las que se someten o son sometidas. Sí me gustaría incluir en esta lista de los horrores, algo que es precisamente lo contrario, EL PLANCHADO DE SENOS es decir frenar el crecimiento de los pechos para evitar las relaciones sexuales tempranas. Es una práctica promovida en el continente africano desde la familia de la víctima para disuadir las violaciones. Se debe tener en cuenta que las violaciones son elevadísimas y que es frecuente buscar el remedio en la propia mujer: no salir, no salir sola, no salir vestida de determinada forma, y llevado a este extremo no tener pechos.
Esta práctica es una de las más atroces aunque hay otras que limitarán más la vida cotidiana de las mujeres o afectarán más a su cuerpo de manera global. Los dolores que produce y el riesgo de muerte asociada agravan, no obstante, su consideración internacional dificultando que pueda ser defendida por los sectores relativistas. La mutilación puede tener distintos grados y se practica en diversos países africanos, así como algunos de Asia, en particular en Indonesia. Se ha extendido a Europa, donde está muy perseguida. La ONU ha manifestado los grandes avances que se están haciendo en la lucha contra esta lacra. Se podría pensar que la opinión pública ha desarrollado una sensibilidad que impide hoy en día encontrar artículos que lo traten como hemos visto respecto a la mutilación de los pies, es decir como "tradición milenaria" o "costumbre respetable" en la que otras culturas no deben entrar. Sin embargo, y aunque resulte casi difícil de creer, existen personas que intentan confundir mediante la equiparación entre la ablación y la circuncisión, a la que se refieren como "mutilación genital masculina" En este sentido recomiendo leer el artículo de Miguel Lorente al respecto.
7. OCULTACIÓN DEL CUERPO.
La idea de que el cuerpo debe ser cubierto no puede limitarse a las mujeres, es evidente que en las playas y en la práctica deportiva hay unas limitaciones a lo que se puede mostrar, tanto para hombres como para mujeres, que en muchos países se reduce a los genitales. Sin embargo, es frecuente el control de lo que las mujeres pueden mostrar de su cuerpo, ya sea mucho o poco (quiero decir con esto que una mujer no debería tampoco sentirse obligada o inducida a llevar poca ropa para conseguir un beneficio como pueda ser, por ejemplo, aumentar las cotas de audiencia de un programa televisivo)
Las prohibiciones exclusivas dirigidas a las mujeres son las más frecuentes. La gravedad que revistan irá, como es lógico, determinada por las limitaciones de movilidad, libertad y percepción de su propio cuerpo que conlleven. La ocultación total, incluida gran parte o la totalidad de la cara sería su máximo exponente. Es peligroso aceptar esta costumbre, como hemos visto en otros casos como una peculiaridad o una opción cultura o religiosa que se debe respetar en lugar de como una práctica que se debe prohibir en los países en los que no forma parte de sus costumbres, así como promover el diálogo social y la presión internacional en aquellos países en los que existe para eliminarla con la mayor celeridad posible ya que trunca las vidas de los seres humanos que son afectados por ella. No es una cuestión de elección sino una cuestión de derechos humanos.
8. PRACTICAS DE DOMINACIÓN CON RIESGO
Para finalizar este artículo me referiré a la creciente moda de el sexo con elementos de sado-masoquismo. La banalización de este tipo de prácticas tiene como objetivo normalizar la pornografía en la que se ejecutan de un modo mucho más violento o agresivo con grave daño para las mujeres implicadas en ellas, de este modo no se perciben como violencia sino como un juego aceptado por la mujer. Por otra parte, tienen el riesgo de que mandan el mensaje al hombre de que a las mujeres les gusta ser dominadas e interiorizan dicho mensaje en niveles profundos de la mentalidad femenina.
Existen gurus del BMDS que promueven una aceptación y una excitación a partir de la violencia y la humillación de las mujeres, las nalgas enrojecidas se presentan como reclamo sexual, aprovechándose de la tendencia a "satisfacer" al hombre que es el tema de todo el artículo, a hacerle sentir más macho y poderoso. Proliferan las páginas como estas Esclavita del amo. Al igual que los trols que entran en las páginas feministas para destruírlas, las amenazan y las insultan, también proliferan los hombres que se hacen pasar por mujeres y promocionan esta actividad denominada spanking, en distintos medios y sobre todo en las redes sociales.
Los riesgos físicos y para la salud no son una novedad, por lo que hemos visto hasta ahora, en este sentido veamos lo que dicen los sexólogos que normalizan la práctica aunque, al mismo tiempo, están alarmados por la extensión repentina de la misma y las consecuencias que pueda tener. Avisan de los RIESGOS FÍSICOS, y que se refieren a lesiones asociadas personas que tienen lumbalgias, problemas cervicales, problemas de la piel, etcétera. Llama poderosamente la atención la imagen estilizada que aparece en las fotos de este enlace frente a las que predominan en la pornografía, mucho más agresivas, como las que muestro aqui.
Son muchas las prácticas que podríamos añadir si buscamos entre las tribus más atrasadas, como "los dientes de tiburón" - véase con que guasa se lo toman en este artículo- o los cuellos de jirafa de Birmania o los platos en los labios, de las tribus mursi, que mostramos en estas imágenes.
El objetivo de este listado es favorecer la reflexión, tanto entre hombres como entre mujeres. No cabe duda de que los hombres a lo largo de la historia también han desarrollado y desarrollan prácticas nocivas respecto a sus propios cuerpos, pero este artículo trata sobre las mujeres, que es donde podemos apreciar una mayor gravedad, así como extensión en el espacio y en el tiempo.
Nosotras debemos cuestionar lo que hacemos con nuestros cuerpos y preguntarnos qué estamos consiguiendo con ello y de qué modo nos beneficiamos o perjudicamos a medio y largo plazo. Por otra parte, los hombres deben cuestionarse en qué grado están silenciando, generando, apoyando o incluso potenciando este tipo de prácticas y cómo pueden ayudar a las mujeres para desarrollar una mayor estima y respeto de sus cuerpos en un contexto de libertad y de igualdad entre géneros.